Una vez más me permito abrir la puerta.
Esa puerta insondable que traspasa la intimidad
para descubrir lo invisible.
Las formas se arremolinan, las manchas se organizan.
La expresión se hace presente resonando en el espacio y en las pupilas.
Un recorrido interior va aquietando el eco
que resuena en la superficie.
He tirado la piedra. Ya no es lo mismo.
Se ha renovado el misterio.
Sé que en mi centro estamos todos;
que es punto de reunión donde se enlazan
los corazones y somos uno.
Sé que al abrir el cofre de mis tesoros internos te reconoces.
Por eso me muestro y te muestro en mis mandalas,
para invitarte a compartir la esencia que nos hace familia.
La mesa está servida y una vez más…me permito abrir la puerta.

Melina Litauer